Nuestro compañero Carlos Ortiz García-Vaso se alzó el domingo con el 2º puesto de su categoría, Veteranos D, en la X Media Maratón y Carreras de Otoño Villa de San Javier. La lesión del invierno pasado parece que queda ya (crucemos dedos) en el recuerdo.
La explosión de carreras populares cada fin de semana al final ha tenido un efecto no deseado: que carreras bonitas y bien organizadas hayan perdido, sin merecerlo, mucho público. Es el caso de la Media Maratón y 10 km. (este año con carrera de 5 km. también) Villa de San Javier. Una clásica del Otoño con un circuito y una organización dignas de una participación mucho más multitudinaria, pero que ha competido este fin de semana con los 10 km de Murcia, cross en Caravaca de la Cruz, carrera en Blanca, Roller Master de la Unión y hasta con la Maratón de Valencia. Y es que tampoco los corredores tenemos el don de la ubicuidad.
Así es que en la Media Maratón (circuito de dos vueltas desde San Javier al Paseo Marítimo de Santiago de la Ribera y vuelta, dos veces) acabaron 167 personas. Entre ellas, nuestro Carlos Ortiz, que quedó 17º de la clasificación general y 2º Veterano D, con un crono de 1 h. 29'. El segundo mandarache en entrar a meta fue Alberto Acosta, con un tiempo de 1h. 47', seguido de Mariano Pérez Serrano (1 h. 50') y Juan Molero, que hizo 2 horas justas y fue 3º de Veteranos F.
La carrera de los 10 km contó con un total de 164 corredores que acabaron. El primer mandarache fue Antonio Sánchez Pagán, en 37º puesto de la clasificación general con un tiempo de 47' 06". El segundo, José Paredes González, quien entró a meta en 50' 48"; Encarna Ortiz García-Vaso hizo 55' 16", Diego Urrea Murelo 57' 41" y Juan José Gallego 1 h. 1' Aquí habría que reprochar a la organización que todos corrieran bajo categoría absoluta y no hubiera grupos de edad. Tampoco en la carrera de los 5 km., en la que no participó ningún mandarache. El día soleado, el espléndido circuito junto al Mar Menor y otros esfuerzos quedaron ensombrecidos por este feo y rácano detalle.
Y, a nuestros compañeros que fueron a San Javier, un tirón de orejas por no hacerse una foto de grupo. Que sea la última vez.
