Fin de semana de sentimientos encontrados. Carrera con sabor agridulce.
Dulce por poder disfrutar del gran ambiente que reinó todo el fin de semana en la Capital de Turia, una ciudad acogedora y con una expectación increíble por los participantes de una de las carreras más prestigiosas de la península. La ciudad se engalanó de deporte y eso se veía y se vivía desde el viernes que, este que suscribe conjuntamente con Carlos Alberto Robles, pusimos pie en ella. Paseabas por la ciudad y se podían ver ya chándales de los participantes que querían hacer gala de los colores de cada uno de sus clubes, ya fueran nacionales e internacionales. Hasta 80 nacionalidades se dieron cita en este multitudinario maratón.
La parte amarga viene porque no pudimos disfrutar de la presencia de Pablo Couce, que debido a problemas personales no pudo competir, lo cual ya hizo que el fin de semana comenzara con una atmósfera rara. De todos es sabido el sacrificio que lleva haciendo nuestro Pablito desde meses atrás para que le salga un maratón en menos de tres y media, y Carlos y yo hemos compartido entrenos y sacrificios (yo he podido acompañarlos en alguna que otra tirada larga y alguna serie en la pista de atletismo). De buen seguro que le merece más quedarse en Cartagena ya que maratones hay muchos, pero la familia es lo primero. Yo desde aquí me comprometo a acompañarte en la del año que viene.
Como
las desgracias no vienen solas, Carlos Alberto Robles, no ha tenido una buena
maratón que se diga. Estaba en tiempos de hacer marca personal y cumplir con el
objetivo de realizarla en tres horas y media, cuando por un resbalón en el km
37 con un tapón de una botella hizo que sufriera una temida "rampa"
en el gemelo y músculo femoral con el evidente dolor que eso provoca, pues ya
se imaginan. A parar y a ver si todo volvía a su sitio, pero por desgracia eso
no ocurrió y sufrió fuertes dolores que hicieron que desde entonces pudiera
avanzar a trancas y barrancas, incluso entrando a meta andando. AL final realizó un tiempo de 3h 55´42" oficial.
Al
menos Paco López, sí que cumplió y de sobra con terminarla en el tiempo que
tenía en mente. Realizó una muy buena maratón, iba enchufadísimo, tanto es así
que ni se entró que lo animamos en el km 41. La hizo en 3h 31´32" tiempo oficial, el real es de 3h 28´54". Objetivo más que cumplido.
Y
ahora este humilde corredor y servidor de ustedes, Pedro Fumanal, que iba a
darse un paseo en la carrera de los 10.000 m. y así fue. El objetivo estaba
puesto en bajar en la distancia de los 45 min, objetivos humildes como verán
pero que a uno le hacen ilusión. Y no pudo ser, en 46´48” tiempo real la terminé con flato
y no muy a gusto la verdad. Ya veremos en Artillería cómo va la cosa.
Si me preguntan si voy a repetir, seguramente, esta vez en la gran distancia. Es una de esas carreras en las que te sientes que estás haciendo algo grande, y eso mola mucho. A ver si para el año que viene pudiéramos juntar un buen numero de mandaraches en esta prueba, da un poco de envidia ver a clubes de la Región y de la Ciudad que se animan a ir a eventos a lo grande y representar en gran número.
¡ENHORABUENA!