martes, 6 de octubre de 2015

V DUATLÓN CROSS MOLINOS MARFAGONES

Duatlón cartagenero, en concreto en la villa de los Molinos Marfagones, el pasado 4 de octubre. Distancias de 5 km a pie - 19,6 km en mtb - 2,3 km a pie.

La participación fue ajustada, con unos cien participantes, pero es que este fin de semana coincidía el tri de San Javier y la prueba de mountain bike de La Almudayna, con lo que no ha sido una prueba masificada.

Los mandaraches, que han sido unos cuantos son: Fulgencio Casanova, con un tiempo de 1h 24´55", quien fue el primero del club en entrar a meta, 21º de la general. José Riquelme, quinto de su categoría, finalizó en un tiempo de 1h 27´45". Roberto Navarro, con tiempo de 1h 35´12". Oscar Jiménez, que finalizó haciendo un crono de 1h 35´12". Francisco Cegarra Jerez, haciendo 1h 37´23". Rubén Martínez Soriano, "Voltios", hizo tiempo de 1h 38´41". Asensio Collado Meseguer, pasó por meta en un tiempo de 1h 47´16".   Keyla Chourio, nuestra única fémina, tuvo que abandonar debido a un pinchazo, una pena ya que estaba haciendo buenos tiempos.

El circuito de este año mejoraba de forma ostensible al del pasado. Todos los problemas que ocasiono el anterior, de cruces y pequeños despistes, quedaron solucionados en este. Gran acierto por parte de la organización.
Se salia por una recta bastante larga por lo que el grupo de carrera se estiraba nada mas salir y así se afrontaba mas cómodo la entrada a las sendas de tierra. Un circuito durillo con mucho sube y baja que castigaba algo las piernas pero a la vez bastante divertido. Pista ancha no demasiado técnica en la que se daba una vuelta por detrás del pueblo.
La salida en bici, cómoda y muy bien señalizada por voluntarios y policía local, que hicieron un gran trabajo durante toda la carrera. Se recorría parte del circuito a pie para pronto afrontar las primeras rampas en dirección al circuito de velocidad. Subíamos un puente de asfalto y vuelta a pistas. En gran parte discurría por la rambla. Siendo algo técnico y en ocasiones complicado por las piedras y tierra que había. De los de... tirar con todo. Si tratabas de esquivar piedras y demás ralentizabas en exceso la marcha por lo que era mucho mejor atravesar por en medio sin miramiento alguno.
Algo lento para lo que yo esperaba pero es lo que tiene ir pinchado.
Llegas a notar la diferencia de una llanta de 26" con respecto a las 29". No se veía apenas la estela cuando te adelantaban.
Al final una bajada muy bien marcada y el temido charco. Antes habíamos atravesado un puente, en el que te indicaban que bajases de la bici. Pues era muy bajito. Aquí la ventaja era para los corredores iguales, o sea pequeños, por lo que si eras un poco avispado, conseguías ganar unos segundos al crono agachándote lo suficiente.

En el charco con solo un poco de habilidad conseguías no mojarte demasiado al atravesar por un lado con apenas agua y salir con muy poquito barro.
En meta la organización obsequiaba con una pequeña barbacoa, cervezas y muchos premios en un sorteo con los dorsales, siendo agraciado quien os escribe estas lineas con una bonita mochila.
En resumen un diez a los cambios y la organización, demostrando que una carrera puede ser barata y atesorar mucha calidad.
Una de las fijas del calendario.




 Como siempre digo, y puede que peque de subjetivo, pero es que estos del duatlón están más fuertes que el Sol a mediodía. 


¡ENHORABUENA ZAGALICOS!