V TRIATLÓN BAHIA DE PORTMÁN
Podios para nuestros dos equipos femeninos de relevos.
Con muchas incógnitas hasta el mismo Domingo se presentaba este V triatlón Bahía de Portmán.
Empezando por la cambiante meteorología (que preveía lluvias) que hubieran convertido en delicadas las fuertes bajadas en el sector bici hasta la plaga de las pequeñas pero venenosas medusas "pelagias" que casi convierten el triatlón en un "du".
Pero la tregua se dió y no hubo ni lo uno ni lo otro, por lo que se presentaba un día perfecto para triatlón.
Este triatlón es especial tanto por la distancia como por el durísimo trayecto en bici empezaba con 1 km de nado en la aún "no regenerada" Bahía de Portmán, una transición de unos 500 metros a pié (que hace aconsejable
usar dos pares de zapatillas) desde la orilla hasta boxes, donde se empezarían a sufrir los 30 kms. de bici con continuas subidas y bajadas (2 vueltas de 15 kms.) para acabar con 6 kms de carrera a pié (2 vueltas de 3 kms.)Poco después de las 10 se daría la salida masculina y 10 minutos después la femenina y la de relevos.
Este año muchos Mandaraches nos dimos cita allí. En modalidad individual participaron por orden de llegada: Pascual (36) (rapidísimo en bici y mejorando mucho la natación), Jorge Mulero (99), Juan José Riquelme (122), Carlos Romero (135), Roberto Navarro (153), Nono (164), Oscar (169), Rubén Dólera (172) en masculino.
En féminas, debutando en este club como triatleta y como única representante fué Carmen López cañavate, que hizo este trialón por primera vez y con un excelente resultado, ya que estuvo a muy buen nivel en los 3 sectores.¡ Bravo, Carmen!.
En la categoría relevos, consiguieron alzarse con el 2º y 3º puesto nuestras representantes, Patri - Elena - M.J. Gaona (subcampeonas) con el equipo "Escuadrón Diabólico" y Blanca - Africa - Mar (tercer escalón del podio) con el equipo "Beertri Suicidas" Unas cuantas cervezas se tomarían después.
Todas a un alto nivel, pero el debut en competición de Elena fué espectacular en el sector bici, teniendo en cuenta que a última hora tuvo que cambiar a una montura prestada "in extremis" por el increíble y solidario Perkin. Tras esto, no faltó fruta, bebidas y hasta hamburguesas para combatir el ayuno mañanero que llevábamos todos.
Diferentes entradas en meta de los compañeros.