Allá que nos fuimos Antonio Medrano, Carlos Ortiz, Paco Mallorquín y servidor de ustedes, Feliciano Ortiz. Muy ilusionados, porque, salvo Paco Mallorquín, el resto ya conocíamos esta estupenda carrera y estábamos dispuestos a pegarnos la paliza de kilómetros en coche. Añádase al ambientazo ya conocido que la inscripción costaba tan sólo 10 euros y la bolsa del corredor es de una generosidad poco común (mochila de tela portacalzado, camiseta, calcetines, botella de vino local...).
Pues allí nos juntamos con los casi 4.000 corredores dispuestos a afrontar el circuito de dos vueltas y nada llano. No contábamos con el calor ni con las malditas lesiones. Carlos Ortiz ni siquiera comenzó la carrera. Venía arrastrando una molestia y no quiso arriesgarse a empeorar las cosas de cara a retos mayores. Antonio Medrano se nos lesionó al poco de comenzar y se retiró al acabar la primera de las dos vueltas que componen el circuito. Así que concluimos la carrera Paco Mallorquín y yo.
En cuanto al calor, hay que decir que hubo calor de todos los tipos. Del climático (más de 30º y un sol de justicia cuando comenzamos a correr) y del ejemplar público de Almansa, que abarrotó todo el recorrido y nos empujó con sus ánimos (incluido el ofrecimiento de bebidas espirituosas).
Paco, que acabó en 2 horas justas, dedicó su carrera a su hija María del Mar, recientemente instalada por motivos profesionales en Sidney (Australia). Quedó el 2.116 de la general y 89 de Veteranos E. Y desde estas líneas, un cariñoso tirón de orejas por olvidar la camiseta de nuestro amores.
Yo hice mi peor tiempo en años, con 1 h. 50' 39", el 1.496 de la clasificación general y 108 de Veteranos D
Como anécdota curiosa, destacar que el atleta que ganó la prueba, Jaouad Oumellal, llegó varios minutos tarde, lo que no impidió que acabara siendo vencedor (con un crono de 1 h. 11' 35") a casi dos minutos del segundo clasificado.
De la pitada que se llevó la presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha cuando quiso tomar la palabra antes de que se diera la salida, hablaremos otro día. Es lo que pasa cuando los políticos se acuerdan (y se aprovechan) de las carreras populares sólo en campaña electoral. Señora María Dolores de Cospedal, tome nota.
