Mañana soleada con un vientecillo más que fresco. Participación (en número) discreta en una carrera que, por su impecable organización, premios en metálico para los 10 primeros clasificados, recorrido agradable, animación popular y bolsa de corredor decente (para lo que se estila en los últimos tiempos) habría merecido mucha más atención. Se celebraron también, marcha de 10 km. y carreras de 5k y 10k. Y menos mal, porque, de lo contrario, habría quedado desangelada.
Mateo no tuvo ayer su día. Muy acatarrado, no llegó a concluir la prueba. Pepe Riquelme y mi hermano Carlos tuvieron a bien hacerme de liebres (de lo contrario, no habría visto ni el polvo levantado por sus zapatillas) y el que suscribe consiguió así su mejor marca personal (MMP) en la media maratón, ahora en 1:43:38. Y eso que el recorrido llano, lo que se dice llano, no era. Pero, como digo, con liebres así, sí se puede.
A destacar que el alcalde de Pinoso allí estuvo, como un corredor más, disputando los 10 km. y corría al tiempo que saludaba, literalmente, a todos los vecinos de su pueblo (fuimos testigos). Igualico que otros.
Y, en fin. que nos volvimos. Yo, con mi MMP y todos con unas botellas de vino, sal de Pinoso, camiseta técnica y fruta fresca. Pues eso.
