"El pasado 4 de mayo a las 8 de la mañana nos dimos cita en la estación de Elche unos mil corredores y senderistas dispuestos a afrontar una prueba de 102 kilómetros. En mi caso era la primera vez que participaba en esta prueba y al no conocer el recorrido iba con algunas incógnitas que no me permitían calcular con exactitud el tiempo que podría necesitar para terminar la prueba. A parte de la incertidumbre sobre cómo responderá el cuerpo a lo largo de una prueba tan larga se me planteaban otras dudas: ¿cuánto desnivel? ¿qué tipo de terreno sería? Yo contaba con que salvo un par de tramos el resto sería algo sencillito, tipo 90k Camino de la Cruz, en la que vamos todo el tiempo por vía verde. Estaba un poco equivocado.
Dan la salida y comenzamos en dirección norte. Nada más dejar atrás la ciudad nos encontramos con una subida por un camino que poco a poco se iba rompiendo aunque sin llegar a ser un terreno muy técnico. En torno al kilómetro 7 llegamos al Embalse de Elche, en los siguientes tres kilómetros subimos unos 200 metros pasando el siguiente tramo a ser un sube y baja (con más tendencia a bajar que subir) que te complicaba bastante coger un ritmo constante.
Más o menos por el kilómetro 30 el terreno se estabilizaba, siendo ligeramente favorable y alternando carretera asfaltada y de tierra. Es esta forma llegamos hasta El Altet muy cerca del mar. En principio el recorrido esta previsto que pasara por la playa, pero por motivos ecológicos nos quedamos a unos 500 metros de pisar la arena de esta. Total que en kilómetro 47 nos avituallamos y volvimos hacia la ciudad.
Los siguientes 20 kilómetros eran de terreno perfecto para correr, picando muy ligeramente hacia arriba y con una bendita brisa que aliviaba un sol vertical y castigador.
Entre los avituallamientos de los kilómetros 67 y 80 se daba el que quizás fuese el tramo más duro, primero entrando en una rambla que alternaba piedras y arena en la que avanzar era una empresa cada vez más difícil. Al salir de la rambla el recorrido pasa por unos senderos entre colinas que en teoría no son muy difíciles de superar, el peso de los kilómetros los van convirtiendo en terrenos de complicado tránsito.
El avituallamiento del kilómetro 80 es la antesala a las últimas subidas de la prueba, aunque el terrero vuelve a ser muy regular, siempre por carretera, ya sea de asfalto, tierra o cemento. La culminación se produce en el 90, donde nos encontramos con una subida a unas antenas por carretera de cemento, lo que un cartagenero llamaría subir un "Calvario". La vista desde las antenas de la ciudad de Elche da un subidón de ánimos y de energía. La bajada al avituallamiento del 93 se produce por un terreno ligeramente técnico, las últimas rocas del día.
Lo que queda de prueba es casi su totalidad terreno favorable y sencillo de correr. Los últimos 3 o 4 kilómetros se realizan por la rambla y después el paseo del Vinalopó, finalizando la carrera al subir unas escaleras que dan paso a un arco de meta realmente espectacular.
En el plano personal la carrera me fue bastante bien. Empecé demasiado fuerte, lo que suele ser un fallo bastante habitual en mí, estando entre los 30 primeros corredores. Entre los avituallamientos del 32 y el 47 tuve una crisis que me hizo perder 70 puestos, hasta el 105. Milagrosamente a partir de ahí empecé a sentirme mejor, corriendo cada vez más y caminando menos, y sobre todo, disfrutando como hacía mucho tiempo que no disfrutaba en una ultra. Tan solo se me atragantaron los kilómetros de rambla y senderos antes mencionados y lo mejor vino al final, pues tras el último avituallamiento no paré de correr (al ritmo que permitían las piernas en ese momento) hasta la meta. Total 13 horas y 46 minutos para sus 102 kilómetros y, según mi reloj, 1946 metros de desnivel positivo, llegando en la posición 94.
Me parece una prueba totalmente recomendable a quien le gusten las pruebas largas y no muy técnicas. Y la destacaría por su excelente organización a cargo de la Policía Local de Elche, con balizas cada 50 metros que hacen imposible el perderse, con unos avituallamientos completísimos y con voluntarios y voluntarias rebosando amabilidad y ganas de ayudar. El único pero sería que los parajes en algunos momentos pueden ser un poco monótonos. Resumiendo: un 9 para la prueba y un 10 para la gente de Elche.
Saludos para los/as mandaraches.
José Antonio García Gallego."
¡ENHORABUENA GALLEGO!