jueves, 2 de junio de 2016

XXVII edición TRIATLON DE FUENTE ALAMO. TRIATLON DE LOS ATLETAS

El pasado sábado tuvo lugar, al fin, una nueva edición del triatlon de los atletas.
Mi relación con este triatlon es especial. Suele salir siempre muy bien y este año no ha sido una excepción. Es un triatlon diferente, pues no se sale en la misma ciudad donde termina. Por ello las necesidades logísticas son mayores. Cuando eres nuevo, se ve todo muy complicado. Pues debes, recoger el dorsal, dejar la bici y comer, todo antes de poder prepararte para desplazarte a la ubicación desde la cual parten los autobuses.
Después de hacerlo, todo cambia. Pues en realidad este triatlon te envuelve nada más llegar y termina cuando recoges el material. Es un torbellino que te absorbe y hace que pasen las horas sin apenas percibirlo. Es un continuo espacio temporal. Todo un pueblo implicado en hacer de este su triatlon, uno de los mejores de España.

Con todo hecho comienza el momento decisivo, ya subidos en el autobús partimos hacia la playa del rihuete, lugar de inicio de la competición. La previsión meteorológica no es halagüeña por lo que muchos mostraban caras de preocupación.
Ya en la playa ultimando preparativos muchos pasamos por el puesto de mecánica que puso la organización a nuestra disposición.
Preparada la bici ya sólo quedaba la playa. Este año no se permitía neopreno por lo que era más sencillo pero también perjudicaba los tiempos, sorprendentemente me salieron unos tiempos muy buenos.
Los primeros en salir Pascual y Carmen pudieron disfrutar de unas condiciones de Mar algo mejores pues fue salir los grupos de edad y todo se complicó.
El viento quiso entrar en competición y ser protagonista, soplaba fuerte y con brío. Haciendo las cosas ligeramente más complicadas en el mar e infinitamente más peligrosas en carretera.
Muchos corredores pasaron miedo en la bajada del alto de la cuesta, como Carmen que tuvo aquí el mayor aprieto del triatlon.
En mi caso en una redonda quiso saludarme en forma de violenta sacudida y a punto estuvo de sorprenderme.
Nada que no fuese asumible y controlable con un poco de atención y algo de tensión sobre el manillar. Disfruté como nunca este sector, tirando de varios grupos e incluso dejando atrás alguno. Javi Nieto y Pascual arañaron varios minutos en esta parte como ciclistas consumados que son.
Por mi parte, tremendamente orgulloso de que no fueran más de diez.
Es mucho, es poco.
Para mi es motivo de gran satisfacción.
Ya en el pueblo vi como era yo el que avisaba de que era la recta de meta, puede parecer una sutileza, pero he pasado en dos años de novato a explicar detalles así a los que me acompañan en esta locura.
Este tercer año me he sentido algo más consolidado como triatleta. He disfrutado como nunca del triatlon.

Seguimos, que queda el sector decisivo... llegamos a la zona de transición y ya hechos unos verdaderos profesionales, vamos poniendo en práctica los conocimientos adquiridos durante estos años..... consigo, al fin , bajarme de un salto y con las zapatillas ancladas a los pedales, medio alucinado por lo bien que me había salido, cuelgo la bici y como un cohete salgo disparado a colocarme las zapatillas. 
Probablemente la mejor la transición hasta la fecha.
Con muchas ganas empiezo a correr, bien de piernas, mejor de mente.
Con confianza y conocedor del calor que nos espera y de las cuestas que encierra el recorrido, de esas que parecen que no están pero que llegan a clavarse.
Javi, que al fin pudo terminar en Fuente Álamo, comento la dureza de este sector.
El pueblo entero se sumaba a los ánimos que amigos y conocidos te regalaban, llenando de fuerza el corazón y el espíritu de los triatletas. Con esa ilusión tan necesaria completabamos las dos vueltas del circuito.
Chocando las manos con los niños que durante el mismo se apostaban a vernos pasar.
Es una sensación especial ver la carita con la que te miran.
En meta recibíamos a los compañeros que poco a poco iban completando el triatlon. Algunos como José Luis Ruiz, antes de empezar, no tenían muchas esperanzas de hacerlo bien y sin embargo conseguian un gran tiempo, también Ruben Navarro y otros tantos que conseguian dejar el espíritu del club en lo más alto.
Santos, callado, Dani Celdran y alguno más que seguro me dejo en el tintero completaban esta gran actuación.
Teo desde la carretera y Dani Pineda, que va camino del campeonato del mundo, se acercaron a darnos ánimos.
También mi amigo Pablo Tudela que nos regalaba alguna gran instantanea